miércoles, abril 22, 2020

Jack Veneno expresa: “No le temo a la muerte”. El exluchador libra una batalla de cáncer de próstata.


Por Carlos Nina Gomez.
 Dice que al morir, quiere que sus cenizas sean esparcidas en el mar
Jack Veneno (Rafael Sánchez, su nombre de pila) ha sido el luchador más famoso de los que han transitado por los ensogados de República Dominicana. Se le sindica como el rey de la lucha libre y bautizado como “El campeón de la bolita del mundo”.

Brilló en los finales de la década del 60, pero igualmente en los decenios de los 70 y 80. Se ganó la simpatía de una ferviente fanaticada que seguía ciegamente la lucha libre, disciplina que expertos no la incluyen en el renglón deporte, pero sí la encasillan como un “especial espectáculo” que disfrutaba la juventud de aquellos tiempos.

También era el entretenimiento de gente adulta y culta. Hasta personalidades de la vida nacional entre ellas el abogado y político José Francisco Peña Gómez quien se desvivía con la estelaridad de Jack Veneno.

En la actualidad, Sánchez libra una batalla de cáncer de próstata desde hace ocho años y revela que al morir, sus cenizas sean esparcidas en el mar Caribe, específicamente frente al Parque Eugenio María de Hostos, escenario donde alcanzó resonantes triunfos. Precisamente en ese lugar fue levantada una estatua en honor a su figura.

No le temo a la muerte”, dijo Veneno en una entrevista transmitida por la cadena hispana Univisión, y conducida por el periodista dominicano Tony Dandrades. “Estoy vivo gracias al respeto que me tiene el pueblo, a la gente que me quiere, que me tiene cariño (lágrimas se deslizan por sus mejillas) y a la gracias de Dios Todo poderoso”, agregó. Desde entonces, cumple con una disciplina de tratamiento ordenado por Juan Sánchez, su hermano, quien es médico oncólogo.

Jack Veneno ganó ocho fajas mundiales avaladas por organismos de Estados Unidos. Pero de esas ocho fajas, se le extraviaron seis. En su casa tiene las restantes dos y están “muy bien guardadas”.

Su pelea más importante, en la que se anexó una de las fajas mundiales, se montó en un teatro de la ciudad de Nueva York. La protagonizó con el capacitado luchador Ric Flair.

Apuntes de Jack Veneno

Buddy Montes, El Santo (El Enmascarado de Plata), Ric Flair, Relámpago Hernández y Blue Demon, fueron sus rivales más duros en los más de 30 años que trabajó en la lucha libre.

En una ocasión El Relámpago Hernández, en el camerino de Color Visión, lo amenazó de muerte sujetando un cuchillo. Aceptó desafío. Tenía un paraguas en sus manos. Hernández, años después -y entregado al evangelio- le pidió perdón. Le dio un abrazo.

Paseó su nombre por cuadriláteros de Nueva York, Los Ángeles, México, Puerto Rico. En esta última, participó en la inauguración del Stand Park, que estuvo atestado de público.

La década de los 80 fue la mejor época de la lucha libre. Lo jóvenes la seguían más que el baloncesto, el boxeo y el béisbol. Tenía, además, el respaldo del sector empresarial. La juventud era muy sana, mucho más que la de estos tiempos.

A los 14 años se inició como luchador. Y si volviera a nacer, sería otra vez luchador. “La lucha libre es mi pasión, es mi todo. Mi pueblo me quiere y yo quiero a mi pueblo”.
Fuente el caribe

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