"La mayoría de ellos son gays",
afirma el presidente filipino, quien insta al Vaticano a permitir a sus
"inútiles" sacerdotes que tengan "novios".
La
Iglesia católica debe abrazar la homosexualidad en el seno del clero,
ha instado el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en su último ataque
al Vaticano. Recientemente, el mandatario había invitado a la población a
saquear e incluso a acabar con la vida de los “inútiles” sacerdotes.
Duterte,
quien en el pasado reveló abiertamente que fue acosado sexualmente por
un sacerdote, volvió a criticar a la Iglesia católica el jueves pasado,
esta vez por supuestamente reprimir las tendencias homosexuales de sus
clérigos. El presidente del país asiático exhortó al Vaticano a abolir
el celibato, informa Reuters.
“La mayoría de ellos son homosexuales (…) Deben salir a la luz, suspender el celibato y permitirles tener novios”, expresó.
La
Santa Sede adoptó la política de celibato clerical en el Segundo
Concilio Lateranense en 1139. Duterte es un abierto partidario de las
uniones entre personas del mismo sexo. Ha llamado repetidamente a la
Iglesia de Roma a abolir la citada ley canónica, que en su opinión solo
alimenta las tendencias homosexuales entre los clérigos. El mes pasado,
Duterte estimó que “casi el 90 %” de los sacerdotes católicos son
homosexuales.
El
miércoles de esta semana, el presidente de Filipinas pidió a los fieles
que roben y, si es necesario, incluso que maten a los líderes católicos
de su país: “(…) Cuando un obispo pasa, organiza un atraco porque tiene
mucho dinero, ese hijo de puta (…) matar a todos esos obispos allí. Son
inútiles”. (LP)
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