Los
llamados ‘limpiavidrios’ han desaparecido de las intersecciones de las
más importantes calles y avenidas de esta ciudad. Atendiendo a
diferentes denuncias de conductores, choferes y otros sectores de
Santiago y por los conflictos y agresiones que se originaban, el alcalde
Abel Martínez expulsó de las calles a los limpiavidrios y buscó
alternativas para su subsistencia.
En
este tenor, la Alcaldía local aduce que la medida que adoptó Martínez,
de sacar de las vías públicas a las personas que laboraban en los
semáforos lustrando los cristales de vehículos, sin previo
consentimiento de los conductores, ha llevado tranquilidad y ha
controlado las reyertas que se producían .
Por
los conflictos que se originaban con los llamados limpiavidrios, que en
ocasiones se mostraban violentos y exigían pagos obligatorios a los
conductores, y esperaban cambios de luces en los semáforos, eran
constantes las quejas y denuncias de los choferes.
“De
manera muy frecuente se producían muchas discusiones de choferes y
conductores con esas personas, que rayaban la pintura de los autos por
la negativa de los conductores al resistirse a colaborar con ellos con
monedas”, expresa la Alcaldía de Santiago, en declaraciones a
corresponsales del Listín Diario.
“Y
esta situación hizo que los conductores se sintieran hastiados, y
cuando estos limpiavidrios se acercaban a los vehículos a limpiar los
cristales, reclamaban con agresiones verbales el pago de un servicio que
no solicitaba el conductor, creándose una discusión que en ocasiones
degeneraba en mayores”, expresa.
La solución
Muchas
personas se preguntan, por qué los limpiavidrios desalojados de
importantes intersecciones de Santiago no han regresado a sus mismas
labores y por qué otros no han ocupado esos espacios que fueron dejados
libres.
Algunos
de los que se dedicaban a esta labor, más otros ciudadanos
desempleados, se han dedicado a ofertar diversos productos, frutas y
accesorios para vehículos y celulares.
La
Alcaldía explicó que mantuvieron un proceso de diálogo con más de una
veintena de jóvenes, incluidas mujeres, que se dedicaban a esa práctica,
donde se les solicitaba descontinuar sus acciones, atendiendo al
llamado de muchos choferes y conductores que perseguían evitar una
tragedia.
Muchos
de esos jóvenes ubicados en importantes intersecciones de la ciudad de
Santiago, como en las avenidas 27 de Febrero e Imbert, en el área de La
Fuente, cerca del recinto UTESA, antigua Rotonda de la Autopista Joaquín
Balaguer, dónde además de molestar a los conductores con la oferta de
sus “servicios”, se dedicaban a otras actividades contrarias a la ley.
Choferes satisfechos
El
presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte
(CNTT), Juan Marte, dijo que, ciertamente el Ayuntamiento ha expulsado
de las calles a los limpiavidrios y que eso es un alivio para los
conductores y transeúntes.
“Es
correcto, los jóvenes-limpiavidrios han desaparecido de las calles de
Santiago, pero esperamos que esos muchachos, que en su mayoría están
atrapados por los vicios, sean llevados a lugares donde puedan ser
desintoxicados”, enfatizó Marte.(Listín Diario)