El
presidente estadounidense, Donald Trump, tuiteó este sábado que para él
no merece más la pena perder el tiempo en sus ruedas de prensa diarias
sobre el coronavirus, dos días después de causar revuelo al sugerir que
los pacientes podrían recibir inyecciones de desinfectantes para matar
el patógeno.
Trump
pareció confirmar así noticias que señalaron que estaba planteándose
suspender esas ruedas de prensa, difundidas a última hora de la tarde y
que han llegado a durar dos horas, por su frustración ante las preguntas
sobre su gestión de la pandemia.
"Cuál
es el sentido de hacer ruedas de prensa en la Casa Blanca cuando los
medios 'lamestream' -un juego de palabras entre mainstream (dominantes) y
lame (poco convincentes)- no hacen nada más que preguntas hostiles y
luego se niegan a informar sobre la verdad y los hechos con exactitud",
escribió el mandatario en Twitter.
"Consiguen
audiencias récords y los estadounidenses no obtienen nada más que
noticias falsas. ¡No merece la pena que gaste tiempo ni energía en
ello!", añadió.
El
jueves, Trump sorprendió a todos cuando sugirió que los médicos podrían
tratar a los enfermos de COVID-19 introduciendo rayos ultravioleta en
su cuerpo o con inyecciones de desinfectantes industriales.
"Y
también vemos que el desinfectante, lo mata (al virus) en un minuto. Un
minuto. Si hubiera una forma que pudiéramos hacer eso, por ejemplo con
una inyección dentro, como una limpieza", planteó durante la rueda de
prensa diaria sobre el coronavirus.
Tras
recibir numerosas críticas de expertos y de fabricantes de
desinfectantes, el presidente afirmó el viernes que dijo esas palabras
"sarcásticamente".
Pero ese día acortó la rueda de prensa a apenas 19 minutos y no aceptó preguntas de la prensa.
Y este sábado, tras 50 ruedas de prensa en dos meses, la Casa Blanca no celebró ninguna.
Trump
ha utilizado esas apariciones diarias para defender las políticas de su
gobierno en televisión, eludir las críticas y atacar a adversarios como
el Partido Demócrata, los medios estadounidenses o China.
Pero,
tras la muerte de más de 53.000 estadounidenses por el coronavirus, las
ruedas de prensa no han mejorado la popularidad de Trump entre los
votantes en este año electoral, según las encuestas.
Un
sondeo de AP-NORC publicado el jueves mostró que la mayoría de los
estadounidenses no creen en Trump a la hora de afrontar la crisis
sanitaria.