Aislamiento,
distancia social, lugares de reunión cerrados, higiene exagerada,
estrés ante un posible contagio y, particularmente, un tema único en los
medios de comunicación en todas las plataformas, son algunas de las
experiencias que observamos quienes vivimos la pandemia de COVID-19.
Pero
este diminuto organismo que ha puesto al mundo de cabeza en tan sólo
unos meses, también ha sido capaz de brindarnos mucha materia para la
reflexión. Son varias las lecciones que la pandemia de coronavirus le da
a la humanidad, según un ensayo de la psicóloga italiana Francesca
Morelli, y que se ha vuelto viral en la red.
Morelli escribió un
artículo para el sitio italiano Vita, en el que sugiere que esta nueva
enfermedad que aqueja al mundo entero, es una manera de equilibrar al
cosmos. La también investigadora de la Università Cattolica del Sacro
Cuore señala que de esta pandemia podemos tomar varias enseñanzas.
1- Ante
las políticas discriminatorias que se han desatado en el mundo, este
virus “nos hace experimentar que, en un momento, podemos convertirnos en
los discriminados, los segregados, aquellos atrapados en la frontera,
los que portan enfermedades”, independientemente de nuestro color de
piel, nuestro origen o nuestra situación económica.
2- El coronavirus nos
obliga a detener nuestra ajetreada vida en la que “todos corremos 14
horas al día, sin saber exactamente para qué”, y reflexionar sobre si
todavía sabemos qué hacer con nuestro tiempo que no sea trabajar o
tratar de ganar dinero.
3- La nueva enfermedad nos
obliga a “reconstruir la familia”, pues con el cierre de las escuelas
es indispensable que los padres retomen el contacto con sus hijos
cuando, en general, suelen dejar la crianza en las manos de otras
personas.
4- En esta época en que
las relaciones virtuales tienen un papel preponderante en la sociedad,
el coronavirus nos impide la verdadera cercanía: “que nadie se toque,
sin besos, sin abrazos, a distancia, en el frío del no contacto. ¿Cuánto
hemos dado por sentado estos gestos y su significado?”
La psicóloga termina su ensayo con una reflexión en torno a la importancia de la solidaridad mundial para salir de esta crisis:
“La única forma de salir es la
reciprocidad, el sentido de pertenencia, la comunidad, el sentimiento de
ser parte de algo más grande que nos cuida y que también nosotros
debemos cuidar. La responsabilidad compartida, la sensación de que el
destino depende no sólo del propio sino también del destino de todos los
que nos rodean (…). Porque con el cosmos y sus leyes, obviamente,
estamos muy endeudados. El virus nos lo está explicando a un alto
precio“.