La madre de la víctima, Anka Voicela, colocó siete velones como una conmemoración a que su hija nació un siete de mayo.
Voicela comentó que se siente abatida y que no sabe cómo superará esta perdida.
Mientras que sus amigos la recordaron como una muchacha humilde, cordial, amante de los animales y llena de energía.
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