Es una situación triste, pero el arbitraje a la carta no existe", asegura el portugués, que castigó tres veces a la ganadora de 23 Grand Slams. El juez de silla, de 47 años, confirmó al diario Tribuna Expresso que había evitado salir a la calle el domingo en Nueva York para evitar "situaciones complicadas".
En realidad, hasta ahora, no había podido siquiera ofrecer su visión de lo sucedido, dado que la Federación Internacional (ITF) prohíbe a los jueces cualquier comentario sobre los partidos. El martes, la ITF se limitó a emitir un comunicado donde describía a Ramos como uno de los árbitros más respetados del circuito.
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