Rosa Olga Medrano, la presidenta de la Asociación Dominicana Dominicana de
Radiodifusoras (ADORA), estima que en la actualidad hay más de 100 emisoras ilegales operando.
Una cantidad escandalosa, si se compara con las cifras de otros tiempos.
El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) al parecer
es incapaz de controlar la situación en "el país del desorden", pues
cuando ha procedido al
cierre de algunas de ellas, al poco tiempo reanudan sus transmisiones,
ya que contra los piratas radiofónicos no hay sanciones ni ninguna
consecuencias.
Lo peor de todo es que muchas de esas emisoras de radio ilegales son
promovidas por legisladores provinciales, gobernadores, y funcionarios
del gobierno con fines políticos.
Siendo así, parecen lograr cierta indulgencia, y que las autoridades se hagan "de la vista gorda".
Algunos juegan a que en el futuro les sean legalizadas, como ha ocurrido en el pasado.
Se conoce de gente que ha hecho negocio con eso de abrir emisoras fantasmas, que luego las venden, para abrir otra.
Proceden de la misma manera que los invasores de terrenos, supuestos
“humildes padres de familia”, que hasta sin tener los títulos de
propiedad, los venden.
No es de extrañar que las emisoras ilegales sean más de 100.
Y ya llega la campaña electoral, época en que así como se incrementa las
invasiones a terrenos del estado, lo propio ocurre con el uso ilegal
del espectro radial.
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