“500 dólares y él es un fantasma”, le dijo a un interesado en el trabajo sucio que llamó al día siguiente de la publicación del anuncio. Lo que no sabía Lecroy era que en realidad estaba contratando a un agente encubierto del FBI. Pero no tardó en enterarse.
Según una demanda federal, Lecroy le pidió al agente que colgara a su vecino de un árbol y que pusiera una "cruz en llamas" en el jardín delantero del objetivo. También le envió un mensaje de texto al agente con una foto de la potencial víctima, que fue identificado en los documentos judiciales como "FJ".
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