“El odio no tiene cabida en nuestro país”, afirmó Trump a los periodistas antes de embarcar en el avión presidencial rumbo a Washington tras pasar el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey. En unas breves declaraciones acompañado de su esposa, Melania, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte “de un problema de salud mental”.
Evitó, sin embargo, responder a las preguntas acerca del supuesto manifiesto antiinmigrante publicado por el sospechoso de la masacre de El Paso, Texas.
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