Ramón Pérez Reyes
ramon.perez@listindiario.com
Santo Domingo, RD
Durante los últimos tiempos, el país ha registrado cambios en los métodos empleados por grupos al servicio de entes criminales para el negocio ilícito de trata de seres humanos con fines de comercio sexual.
Según un registro bajo manejo y control de las autoridades, entre los cambios observados figura el caso de amplitud de la red de reclutadores y la figura utilizada por los propietarios de los negocios.
Se designa a una persona encargada de un negocio, que a simple vista es el dueño, pero la realidad es que la persona responsable de la dependencia tiene una identidad desconocida.
Asimismo, la Policía ha conocido que en algunos casos los tratantes utilizan cédulas de identidad adulteradas para que menores de edad las utilicen en los negocios y puedan realizar el trabajo sexual usurpando la identidad.
En el estudio se insiste que este año no ha habido cambio en los perfiles de los tratantes, pero sí en la metodología, como el hecho de que las mujeres, en ocasiones menores de edad, no necesariamente deben estar concentradas en un lugar, sino que se les moviliza de acuerdo a los requerimientos formulados por los clientes.
Problemas y efectos
La trata de personas es uno de los delitos del crimen organizado que afecta a muchos países en la región, especialmente a los grupos más vulnerables, tales como mujeres, niños, niñas y adolescentes.
En virtud de esto, el Gobierno dominicano reconoce que parte de la población sigue siendo afectada y expuesta a las redes de tratantes, por lo que en interés de fortalecer el combate a este delito y reconociendo su condición de país emisor, receptor y tránsito de migrantes, desde sus dependencias y estructuras intensificó durante el 2018 las iniciativas y acciones para visibilizar la voluntad de combatir este delito.
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