“‘El Chapo’, de 63 años, está mal, no está incapacitado, pero está perdiendo la memoria y está poniéndose paranoico. Repite mucho las cosas y se le olvida todo enseguida. A veces hablamos algo y a los 15 minutos se le ha olvidado”, le contó a El País el abogado del capo que fue extraditado a los Estados Unidos a principios de 2017.
“Eso afecta a la manera de trabajar porque tenemos un cliente que no sabe decir si paso algo, cómo fue o cuándo pasó”.
Quien fuera el líder del Cártel de Sinaloa vive encerrado 23 horas al día, con la luz encendida, está más delgado y sus movimientos son los mismos: camina de lado a lado de su pequeña celda, se tumba en la cama, vuelve a caminar, afirma el defensor.
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