Un estudio muestra que muchas de las personas con síntomas leves o asintomátias demuestran la llamada inmunidad mediada por células T incluso si no han dado positivo en la prueba de anticuerpos
La inmunidad a covid-19 es probablemente más alta de lo pensado. Lo sugiere un estudio que se publica en el servidor bioRxiv y
que se ha enviado para su publicación en una revista científica y que
muestra que muchas de las personas con covid-19 leve o asintomático
demuestran la llamada inmunidad mediada por células T al nuevo
coronavirus, incluso si no han dado positivo en la prueba de
anticuerpos.
Según los investigadores del Instituto Karolinska y del Hospital Universitario Karolinska (Suecia), esto significa que la inmunidad pública es probablemente más alta de lo que sugieren las pruebas de anticuerpos.
«Las células
T son un tipo de glóbulos blancos que se especializan en reconocer las
células infectadas por virus y son una parte esencial del sistema
inmunitario», explica Marcus Buggert, uno de los principales autores del
artículo. «Los análisis nos han permitido mapear en detalle la
respuesta de las células T durante y después de una infección por
covid-19. Nuestros resultados indican que aproximadamente el doble de
personas ha desarrollado inmunidad de células T en comparación con
aquellas en las que podemos detectar anticuerpos».
Los
investigadores realizaron análisis inmunológicos de muestras de más de
200 personas, muchas de las cuales tenían síntomas leves o ningún
síntoma de covid-19. El estudio incluyó pacientes hospitalizados en el Hospital Universitario Karolinska y
otros pacientes y sus familiares asintomáticos. También se
incluyeron donantes de sangre sanos que donaron sangre durante 2020 y
2019 (grupo de control).
«Una
observación interesante fue que no solo las personas con covid-19
verificado mostraron inmunidad de células T sino también muchos de los
miembros de su familia asintomáticos expuestos», señala Soo Aleman, del Hospital Universitario Karolinska.
Además, «aproximadamente el 30 por ciento de los donantes de sangre que
habían donado sangre en mayo de 2020 tenían células T específicas de
covid-19, una cifra que es mucho más alta que las pruebas de anticuerpos
previas han demostrado».
La
respuesta de las células T fue consistente con las medidas tomadas
después de la vacunación con vacunas aprobadas para otros virus. Los
pacientes con covid-19 grave a menudo desarrollaron una fuerte respuesta
de células T y una respuesta de anticuerpos; en aquellos con síntomas
más leves no siempre fue posible detectar una respuesta de anticuerpos,
pero a pesar de esto, muchos aún mostraron una respuesta marcada de
células T.
«Nuestros
resultados indican que la inmunidad pública a covid-19 es probablemente
significativamente más alta de lo que han sugerido las pruebas de
anticuerpos», asegura el coautor Hans-Gustaf Ljunggren. «Si este es el
caso, es una muy buena noticia
Sin
embargo, esto no necesariamente nos acerca a la inmunidad colectiva,
matiza Buggert. Se necesita hacer más análisis para comprender si estas
células T proporcionan «inmunidad esterilizante», lo que significa
que bloquean completamente el virus, o si pudieran proteger a una
persona de enfermarse pero no evitar que porten el virus y lo
transmitan.
Gran
parte de la discusión sobre la inmunidad de covid-19 se ha centrado en
los anticuerpos: proteínas en forma de Y que actúan como «misiles
derribando un objetivo», explica Buggert. Se unen al virus antes de que
pueda ingresar a sus células y lo neutralizan. Si los anticuerpos no
logran neutralizar el virus, puede ingresar a sus células y convertirlas
en fábricas de producción de virus.
Las
células T, por otro lado, se dirigen a las células ya infectadas y las
destruyen por completo, evitando que se propaguen a otras células sanas.
Al igual que los anticuerpos, las células T son parte del sistema
inmunitario que tiene memoria. Una vez que reconoce un virus en
particular, puede atacar rápidamente las células infectadas y matarlas.
Pero
los análisis de células T son más complicados de realizar que las
pruebas de anticuerpos y, por lo tanto, actualmente solo se realizan en
laboratorios especializados. «Ahora se deben realizar estudios más
largos y más longitudinales en las células T y los anticuerpos para
comprender qué tan duradera es la inmunidad y cómo se relacionan estos
diferentes componentes de la inmunidad covid-19», afirma Buggert.
Los
resultados son tan nuevos que aún no se han sometido a una revisión por
pares antes de su publicación en una revista científica. En espera de
dicha revisión, el artículo ha sido publicado en un servidor de
preimpresión, bioRxiv.
Esto
podría significar que un grupo más amplio tiene cierto nivel de
inmunidad a covid-19 que las cifras que han aportado los test de
anticuerpos, como el realizado en España. El estudio sugiere que es
probable que estas personas hayan desarrollado una respuesta de
anticuerpos, pero o se había desvanecido o no era detectable por las
pruebas actuales. Pero estas personas deberían estar protegidas si están
expuestas al virus por segunda vez.
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