Así puedes detectar si tu pareja viene de excursión de otra cama.
La
verdad es que cada quien sabe lo que le ocurre después de ir a la cama
en términos de sensaciones, percepciones y variaciones físicas, sobre
todo en las partes involucradas en estas tareas. Con esto quiero decir
que cada quien siente sus polvos de manera distinta, al punto de que es
casi imposible encontrar señales fidedignas que permitan inferir que
alguien acaba de salir de la cama o se ha dedicado al aquello en tiempo
reciente.
Digo
esto con respeto para desvirtuar de tajo las pretenciosas guías que
ofrecen pistas para detectar si la pareja viene de excursión en otro
catre. Y para eso tomo como base un artículo aparecido en una revista de
gran circulación, que bajo el título ‘¿Cómo se sabe si un hombre acaba
de tener sexo?’ da cinco pruebas que, según sus autores, eran casi
infalibles para confirmarlo. Pues bien, movida por la curiosidad y la
risa, me permito comentar algunos.
La
primera señal que invocaban era la demora en la erección. De acuerdo
con la publicación, un polvo reciente impide que las astas masculinas se
pongan firmes a discreción con rapidez. A lo que tengo que decir que si
bien esto es cierto, no necesariamente significa que todos los retardos
son por esa causa, porque hay distinciones y hasta condiciones
personales que determinan los tiempos de respuesta a los estímulos.
De
igual forma citaban la “poca cantidad de semen” como otra impronta de
polvo reciente, pero no explica que el volumen de una eyaculación es tan
variable como la cantidad en hombres que existen, e incluso en un mismo
hombre esto no es una medida fija.
Y
¿qué tal eso de que los testículos recién evacuados son lisos, suaves y
blandos? Por lo que revisar estos utensilios se tornaría en mandato
para saber si su dueño los usó hace poco. Nada más equivocado porque el
peso y consistencia testicular no se modifican al vaivén de las
eyaculaciones.
Y
lo que más me sacó sonrisas fue leer que los caballeros que se acaban
de levantar de la cama tienen los ojos opacos y ojerosos. Con esa lógica
bastaría mirar alrededor para imaginar que, al menos, la mitad de los
caballeros vienen de eyacular.
Bueno,
todo esto para decir que los buenos polvos no se delatan como si nada y
contarles señoras que no es posible saber con exactitud si sus parejas
han estado en la cama antes de llegar a verlas, al menos con las
anteriores señales.
Llegado
el caso esperen, queridas amigas, que los hombres se delatan solos.
Ahora, si no quieren esperar, es mejor que les pregunten, de manera
firme y mirándolos a los ojos, si han tenido sexo recientemente. Sin
duda se les pondrán los ojos opacos y ojerosos. Así no hayan hecho nada,
porque así son ellos. ¡Hasta luego!
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