viernes, marzo 08, 2019

CRITICARTE: La Funeraria Blandino y los pica pica


Por Alfonso Quiñones 
República Dominicana es un país de gente laboriosa, honesta, hospitalaria y pacífica. Pero como todo su Yin tiene su Yan, también tiene un tipo de gente, cuyo fin principal en la vida es… ¡pedir! La máxima expresión de estos son los famosos pica pica. Y lo que piden no es otra cosa que dinero.
Casi todos andan motorizados o en carros, y cumplen estrictamente con sus horas de trabajo y si hay que sobrecumplir, pues sobrecumplen. Porque eso sí, son persistentes.
No hay actividad importante donde ellos piensen que van a asistir políticos, figuras del medio, empresarios conocidos, que no aparezcan como si hubiesen sido invitados con tarjetas enviadas a sus propias casas.
La Funeraria Blandino es uno de sus lugares más queridos, parece que tienen allí una subsede de las más importantes. Para eso tienen sus medios de locomoción y sus celulares. No más fallece una personalidad importante y se personan allí, en grupo, como las auras tiñosas o las urracas. Son una red más efectiva que la de Digeccet, que la misma Policía, y que la DNCD.
Los pica pica son insistentes, bullangueros, pedir el pasaje o el almuerzo son parte de sus tareas. Sus principales fuentes son los políticos, a quienes chantajean sino les dan lo suyo y les gritan improperios.
Ahora mismo, con la muerte del querido amigo Anthony Ríos, muchas fueron las personalidades que sufrieron los embates de los pica pica. Estaban apostados en el área del parqueo, frente y a la derecha de la entrada central al edificio, debajo del árbol que da al parqueo grande. Eran más que la prensa. Alguno incluso tuvo acceso a subir y ver el cadáver, lo que ni siquiera importantes programas de TV o agencias internacionales de prensa, como EFE.
Los pica pica son un sindicato más fuerte que la empresa de Hubieres, que la de Antonio Marte y que la del criminal aquel que está preso, juntos. Tienen su estructura y sus jefes. Voces a quienes los demás escuchan.
Una vez fui a un desayuno de trabajo con un antiguo ministro y desde que entré vi que estaban apostados en las cercanías de La Dolcerie. A la salida, el pobre hombre se vio acosado y rodeado por un avispero de pica pica que le vociferaban que querían lo de ellos, como si de un peaje se tratara.
A veces se tornan agresivos, y si es un político o una persona que maneja dinero, les caen atrás como si fuesen naves alienígenas en una Guerra de los Mundos remasterizada en el 2019.
¿Qué hacer con los pica pica? Por lo pronto la Funeraria Blandino, a través de su personal de seguridad, tienen que impedir que entren ni siquiera a los parqueos. Que se mantengan en las afueras de la propiedad, en la calle. Y que aún allí pidan ayuda para que la Policía Nacional impida la presencia de estas personas de modo que puedan obstaculizar el libre flujo de autos hacia la funeraria.
Cualquier día de estos los pica pica se convertirán mas que en un gremio, que ya lo son, en un partido con aspiraciones, y candidatos a diputados y senadores. Y pronto, según escuché por ahí, podrían comenzar a ofrecer cursillos de verano, sobre cómo hacer su trabajo.
Como dicen algunos… ¡son padres de familia! (Criticarte)

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