Los haitianos fueron embarcados en un Boeing 767 de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) utilizado a veces como avión presidencial y se comprometieron a no regresar a Chile por un período de nueve años.
“El esfuerzo que hace el país de financiar un vuelo con estas características, requiere, por parte de quien lo usa, un compromiso de no regresar, sino sería un ingreso y salida permanente con financiamiento del Estado”, dijo a los periodistas el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, al explicar el sentido de esa medida.
Para algunas organizaciones que trabajan con inmigrantes, se trata de una deportación encubierta, lo que fue descartado por el Gobierno por tratarse de una opción voluntaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario